jueves, 7 de noviembre de 2013

Los deportes y yo...

Hoy vengo a confesarme, la verdad es que esto es algo que me ha atormentado toda la vida, y hasta ahora reúno el valor para decirlo en público, así que sin más preámbulos les confieso que...

chan chan chan chaaaaaaaaaannnn!!!  nada como un poco de suspenso para incrementar el impacto de la noticia...  así como en las novelas mexicanas, cuando la criada le confiesa al patrón, que en realidad es la mamá del sobrino de su tío...

Bueno, volviendo al tema que nos atañe, mi gran confesión es que no soy fanático seguidor de los deportes...  si, así como lo oyen...   (pausa para que los que tienen que gritar griten, para que los que se tienen que rasgar las vestiduras se las rasguen, y los que quieren decir una palabrota la digan)  No soy fanático de los deportes.  No me sé las estadísticas de Peyton Manning (¿ese no era el soldado que reveló los wiki leaks?)  ni me sé las estadísticas de LeBron James, a diferencia de algunos amigos y conocidos, que se saben hasta la talla del calzoncillo.  Tampoco sé quien fue el primer draft del año 76, ni quien fue el antepenúltimo del draft del año pasado...  por cierto, ¿la palabra draft no tiene algo que ver con cerveza?

Los juegos de Fútbol Americano me dan pereza, los puedo ver un rato, pero me causan la misma emoción que ver nevar en televisión.  Con excepción de el Super Bowl, que puede ser interesante, principalmente por la reunión, la bebida, los amigos y el half time show.  Mi querido cuñado, esposo de mi hermanita (a mi otro cuñado, hermano de mi esposita, también lo quiero mucho) al igual que otro montón de amigos y conocidos, básicamente entran en suspensión animada todos los domingos de la temporada frente al televisor, yo sinceramente prefiero jugar "Dumb Ways To Die" o "Angry Birds Star Wars HD"...

Muchas veces cuando estoy viendo un juego de fútbol americano, opto por maldecir al que no atrapa el balón, o al que falló el field goal, pero generalmente no tengo mucha idea de lo que está pasando.  Cuando en medio de una jugada, alguien tira un trapito amarillo, sé que alguien se la cagó, y cuando uno de los jugadores llega al final del campo y comienza un bailecito cursi, asumo que metió un touchdown (que por cierto sé que vale seis puntos y que después viene el "extra point" que vale un punto extra).

En el caso del basketball, pienso que lo único que valió la pena ver era cuando los Celtics y los Lakers eran los manes cool de la película (tiempos de Larry Bird, Kevin McHale, Parrish, Magic Johnson, etc.  ¡Pa' que vean que no soy tan ignorante!).  Ya hoy en día no me llama la atención, pero cuando mi hijo juega (en la escuela, no en la NBA) me convierto en el super fanático, y hasta me tocó ser coach recientemente...  sólo me faltaba el saco para parecerme a Pat Riley...

El baseball es mi deporte, y todos los años juro que lo voy a seguir, y que voy a aprenderme los nombres de todos los jugadores, de todos los entrenadores de picheo y de tercera base, de todos los manes que manejan los buses de los equipos, y todas las las estadísticas de todos los equipos, así cuando en medio de una conversación alguien diga: "¿Viste a quien contrataron los Indios de Cleveland?" y el interlocutor diga: "siiii!!! Perico Pérez (ponga aquí el lector el nombre del jugador más bulto que se le ocurra) es una basura, debería estar limpiando los baños en el Juan Demóstenes Arosemena".  Yo pueda intervenir inteligentemente: "Pero espera un momento, lo que pasa es que tu no estás viendo el big picture, Perico Perez tiene XXX hits desde que jugaba baseball en kinder, además su RBI frente a pitchers izquierdos es de XXX y todos los pitchers de la MLB fueron atacados por una bacteria asesina come carne de brazos derechos, así que Perico Pérez va a ser un éxito este año!!!"  Pero al final no me aprendo un carajo, y tengo que poner cara de estúpido meditabundo cuando me hablan del tema...

En el caso del fútbol, es casi imposible seguirlo sin volverse loco, está la liga española, la liga inglesa, la liga de saltar, la bundesliga, el calcio, el fútbol argentino, el brasileño, el mexicano (¡que a nadie le importa! pero igual tengo que ponerlo), la liga holandesa, la champions league, la UEFA, la Eurocopa, la Copa Nissan sudamericana, la Copa Libertadores, la Copa de Vino, las eliminatorias del mundial, el mundial Sub 17, Sub 21, Sub 78 y Sub 92...  ¡Por Dios! ya estoy cansado sólo de recordar los nombres y aún así hay gente que se sabe las estadísticas de todas esas ligas, y además saben las estadísticas de cada jugador, según la liga y el torneo en que participe.  Por ejemplo, están las estadísticas de Lionel Messi en la liga española, en la champions, en la Conmebol, en el mundial...  ¡es casi para volverse loco!  Creo que ni el mismísimo Baldor podría guardar tantos números en la cabeza!!!

¡Ahhh y el fanatismo! ¡El fútbol es pasión!  Los del Barça odian a los del Madrid y viceversa, aunque su único antepasado español haya sido un gallego que llegó a conquistar indias en 1508.  Nunca han ido a España, es más probablemente nunca han llegado más lejos que Alanje, pero igual se insultan y si es necesario se agarran a golpes con cualquier merengue o culé que se encuentren por ahi...  eso si, jamás los ves en el Cascarita Tapia viendo un juego de la LPF...  

La única excepción a la regla, es cuando Panamá juega en las eliminatorias del mundial, ahí si que no se metan entre mi persona y el televisor, ¡porque puedo matar a alguien!  Claro está que al final, cuando perdemos en el último minuto, sé perfectamente todo lo que debió hacer el "Profe", sé como debieron jugar Baloy, Blas y Chen, y sé donde tenía que estar parado Penedo cuando venía el ataque...  Claro, todo esto desde la comodidad del sofá de mi casa, con unos refrescantes bebestibles y suculentas viandas para picar... 

Inclusive en el caso de mi deporte favorito, el golf (y el que me diga que el golf no es un deporte, ¡nos vemos a la salida detrás de los buses para enfrascarnos a golpes!), me gusta ver los majors, pero sólo cuando la vaina está cerrada y están en juego los últimos 17,234 puntos para el FedEx cup.  Si no es así, me aburro después de un rato y pongo Casa Club TV.

Una de las vainas más interesantes de los deportes actuales son las estadísticas, hoy en día llevan estadísticas de las cosas más bizarras. Por ejemplo, cuantos intentos de robo de base lleva un jugador, vs pitcher derecho (a este no se le comieron el brazo las bacterias come carne) on the road, en domingo, de día, con sombra, en una temperatura de menos de 26.63º, en campo artificial, cuando hay hombre en tercera, en día par, en mes impar, en año bisiesto, bajo gobierno demócrata, etc, etc, etc, ad nauseaum, ad infinitum.  Eso sólo le sirve a los cronistas deportivos para rellenar tiempo aire, y a algunos amigos y conocidos míos que se jactan de conocer todos esos pequeños detalles, y los aplican hasta en las conversaciones más triviales: "oye, viste que el gobierno subió los impuestos a los porotos?" "Si! lo subieron a 52.5%, que by the way, es el porcentaje de juegos ganados por el equipo de fútbol de la escuela secundaria Lincoln de Wachapalí Hills en Dakota del Norte".  Porque eso si, al verdadero fanático de los deportes no le importa qué deporte sea, ni quien lo juegue, ¡si es deporte lo sigue!

Por mi cuenta, seguiré viendo los deportes como un espectador casual, a veces entretenido, y a veces aburrido, lo más probable es que igual, tarde o temprano ponga Disney Channel para ver Phineas y Pherb, o Food Chanel para ver Masterchef...

Como dice Leonard Hofstadter: "Go Sports!!!"